La clínica dental que quiera diferenciarse en pleno siglo XXI deberá implementar un amplio abanico de estrategias de marketing que, junto al olfativo, ayuden a diseñar la imagen de marca deseada, y una experiencia en la que entren en juego los sentidos, las sensaciones y las emociones de cada paciente. Un tipo de marketing, denominado Marketing Sensorial, con el que poder apelar a la parte más irracional e inconsciente del paciente, despertando sensaciones positivas vinculadas a la marca dental.
Ésta ha de buscar una nueva relación más emocional con los pacientes que, a su vez, reclaman de ella, no solo la prestación de un servicio, sino también una filosofía de vida.
Estamos, por tanto, ante un nuevo tipo de paciente, mucho más exigente, que desea servicios que le generen una sensación única y de exclusividad, en la que él sea el protagonista. Asimismo, el paciente emergente que recibe un tratamiento odontológico no reduce dicha relación con la clínica dental a una simple transacción, sino a una experiencia a la que poder dotar de atributos positivos.
De ahí que las instalaciones de la clínica dental, los espacios y los objetos, que en ellos se dispongan para que el paciente pueda experimentar, interactuar y ser parte activa de dicha experiencia, sean determinantes en la conquista de cada primera visita. Además, y en un estadio superior, lo serán para fidelizarlos.
Por ello no es suficiente con emplear un buen marketing olfativo, sino que hay que ir más allá e implementar un Marketing Sensorial en su conjunto, capaz de combinar estrategias que apelen a todos y cada uno de los sentidos del paciente.
Según los expertos en marketing auditivo o audiobranding, “ya no basta con los estudios de los años 80 que aseguraban que los clientes compraban más rápido por el hecho de escuchar música con un ritmo acelerado, sino que ahora el audio debe ser un elemento fundamental como lo es el escaparate, el olor o la atención al paciente”. Es decir, las estrategias de marketing deben establecerse con objetivos claros y delimitados en el tiempo, utilizando como receptores al oído, la vista, el gusto, el olfato y el tacto de paciente.
Una vez dispuestas las estrategias de Marketing Sensorial en espacio y tiempo, es de vital importancia medir la percepción que con ellas tiene el paciente de la marca de la clínica, frente a sus expectativas. Será en la brecha que separa a ambos conceptos (percepción y expectativa) donde el empresario de la clínica dental pueda conocer la satisfacción real del paciente, en la que cada experiencia, estratégicamente construida, remará a favor de la calidad percibida por el paciente, la capacidad de la marca para sorprenderle y, por tanto, su vocación innovadora.